Comer, beber y vivir

Un paseo por el centro de Valencia después de una larga comida, puede ser muy enriquecedor, sobre todo cuando has disfrutado de una de esas comidas que no se olvidan. Hacía mucho tiempo que no dedicaba un rato a mi espíritu después de un festín. Esos momentos son mágicos, más aún cuando has compartido mesa y mantel con gente que disfruta cada bocado, gente que no debe favores a nadie en forma de recomendación o crítica. Gente con un bagaje gastronómico tan grande como para entender todo lo que nos estamos comiendo y bebiendo, y tan generosa como para compartir sus conocimientos con un humilde servidor. Continue reading