Os acordáis de «City of Angels» esa peli de Nicolas Cage y Meg Ryan (antes de convertirse en caricatura de sí misma) en la que había ángeles que cuidaban de las personas. Que si, que es un pastelón pero hablaba de algo muy interesante. Personas o espíritus que ayudan a otras personas.
Cada vez estoy más convencido que hay más personas de este tipo que lo contrario, los espíritus como no los veo no los cuento.
¿Qué pasa con ellas entonces?¿Por qué se dejan ver poco? Sinceramente pienso que el ego y el miedo nos impide verlas. Pero como dicen en galicia, haberlas haylas.
Cuando estás inmerso en un mundo capitalista en el que los gobiernos manipulan los medios de comunicación para hacernos creer que con ellos estamos seguros, solo ves lo que te cuentan, y claro no te van a contar que ganarían por goleada las personas generosas a los villanos.
¿Y que podemos hacer para luchar contra esto? Estas son mis recomendaciones, a mi me funcionan por eso quiero compartirlas contigo:
– Elegir nuestras fuentes de información, y no conformarnos con una única verdad. Vivimos en un mundo plural y hay muchas líneas de pensamiento. También podemos hacer una dieta informativa como propone Jose Pedro García.
– Ver menos la televisión o al menos elegir los contenidos que nos interesen. Hoy gracias a la tecnología es posible ver cualquier programa cuando queramos.
– Aparcar nuestro ego (tranquilos que no lo echaremos en falta)
– Luchar contra nuestros miedos. En la buena gestión del miedo está la clave del éxito. Como bien dice Mario Alonso Puig, «el miedo nos hace ser cautelosos, estar alerta, pero ha de estar en la dosis adecuada sino puede derivar en pánico».
– Intentar ser más íntegros y coherentes cada día. Es difícil y una ardua labor pero solo aporta beneficios a quien la practica.
– Compartir. Yo creo que esta es la palabra mágica de este siglo. El conocimiento tiene que ser compartido, solo así se avanza.
– Buscar tu medio para expresarte. Hay quien se manifiesta por las calles, otros escribimos, los hay que se expresan con el arte (la música, la pintura, el teatro, la gastronomía etc..) o simplemente colaborar en tu entorno más cercano. Y una vez allí di lo que piensas, exprésate.
– Ser libre. La libertad puede ser tu mejor activo, pero para conseguirla tendrás que currártela todos los días. Ser libre no significa que vayas a tu aire sin pensar en los demás, ser libre es elegir en todo momento qué camino coger para crecer como persona sin olvidar a los que tienes al lado.

Lo importante es no quedarse quieto y entender que la suma de todos estos esfuerzos individuales son los que nos pueden sacar de esta crisis de valores que nos ha tocado vivir.

Por último os recomiendo que abráis bien los ojos y que busquéis a los ángeles, seguro que encontráis alguno. Hay muchos, yo ya conozco unos cuantos. ¿Y vosotros?

Nacho Lurbe
UNIPRO ON THE ROAD