Más allá de Llisa Negra

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Ha abierto Llisa Negra, no sé si os habéis enterado. La nueva propuesta de Quique Dacosta ha arrancado con una cobertura mediática impresionante, solo ha faltado una publicación en el BOE. Os dejo varios enlaces para que veáis de lo que hablo.

Santos Ruiz

Guía Hedonista

Historias con delantal

Dicho esto os cuento lo que me ha hecho reflexionar esta apertura con el único ánimo de remover conciencias de público y crítica.
Una semana antes de la apertura tuve la fortuna de visitar el restaurante de la mano de Juanfra Valiente. Salí de allí encantado, flipando con el montaje, soñando con sentarme en una de sus mesas con la mirada enfocada a la cocina. La carta, según me la explicaban la iba convirtiendo en una comanda imaginaria, sabiendo que necesitaría varias visitas para probar tantos platos que se colaban en mi lista de deseos. Me invitaron a probar su tarta de queso. En la mesa del pase fui hincando la cuchara desde el interior al exterior, siguiendo un camino entre texturas que alborotaban mi subconsciente, la verdad de una cocina se debería ver al primer bocado y yo aquí la vi. Es impresionante ver cómo trabaja esta gente, como planifica, como transmite la filosofía del negocio cada empleado, me consta que antes de la apertura hicieron una cena para sus compañeros del resto de restaurantes. Conseguir esa implicación es tan difícil, que solo por eso Quique se merece todos mis respetos.

Tarta de queso

Pero hay una cosa que no entiendo, y hablo en primera persona, cada cual que saque sus propias conclusiones. ¿Por qué nos empeñamos en dar tanto bombo a las nuevas aperturas y muy poco a los que llevan años fidelizando clientela? ¿Por qué no hacemos autocrítica y pensamos a la hora de reservar que podríamos hacerlo en restaurantes que no tienen fecha de caducidad y que llevan mucho tiempo entre nosotros? Con esto conseguiríamos dos cosas, primero no colapsar los primeros meses el local en cuestión para que puedan tener un buen rodaje y segundo que estaríamos apoyando proyectos de larga duración. No digo que este no lo sea, al contrario, pero acaba de arrancar.
Este restaurante, como muchos otros, busca ser una propuesta que tenga continuidad con los años, de nada sirve que lo llenemos los primeros meses y que al año siguiente nos olvidemos de que existe.
Como estoy hablando en primera persona, admito el mea culpa y os cuento algunos de los que me quedan por visitar antes que Llisa Negra, pero no por falta de ganas, que tengo muchas. Seguro que me dejo más de uno pero estos están en mi lista de pendientes:  Kaymus, Askua, Apicius, La Sucursal, Casa Carmina, El Poblet.

Saludos y buen provecho.

Nacho Lurbe
UNIPROONTHEROAD

1 comentario

  1. Hay buenísimos de siempre, no voy a decir nombres, pero….
    ir a un «Quique Dacosta» es como decir: «Hoy quiero ir a lo seguro» en todo, y eso es mucho decir, eso no lo puedes decir ni de los mejores de siempre. Ese conjunto de detalles que marcan la diferencia.

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