Requiem por el Bar Anci

Share
Requiem por el Bar Anci, uno de esos bares de toda la vida que forjó su clientela a base de tapas y cañas, acabó echando el cierre hace unos meses.
Desde el 378 de la calle Alcalá, en Pueblo Nuevo, y con una decoración a base de carteles con precios y textos de metacrilato, lograron afianzar una clientela heterogénea, desde abuelas de desayuno diario a obreros hambrientos o neoprogres de Ipad y bocata de calamares.

Este templo de la oreja a la plancha, los torreznos, las tortillas o las mollejas, dio paso a una nueva gerencia iluminada con leds.
Es lamentable ver cómo la iluminación led, la del local y la de la gerencia, es la primera señal de un cambio de ciclo, de una huida constante del cliente que buscaba la autenticidad entre frituras. La autenticidad huye conforme desaparece la pátina que envuelve un lugar con solera. Ese aura que envuelve el ambiente acompaña cada plato, cada caña bien tirada, dejando un poso imposible de imitar por interioristas de renombre. Llamadme romántico, pero no creo que los lúmenes helados de esas bombillas ni la impostada calidez de las lámparas de filamentos tan de moda hoy en día, puedan competir con una cocina honesta o con el brillo de una camisa blanca impoluta. Eso si de manga corta, por todos es sabido que todo camarero de corte clásico que se precie ha de llevarla de manga corta incluso en invierno, dejando al descubierto antebrazos marcados por lavavajillas industriales y planchas de cromo.
Porque el Anci era auténtico hasta en los productos desechables. Tenían servilletas de las que no limpian, de las que trasladan la grasa de un lado a otro, aunque no importaba, en ningún plato había excesos que limpiar. El bar que ocupa su lugar, decir que lo sustituye sería un grave error, tiene enormes mesas y sillas de madera que cambiaron por las de railite, otro de los must de los aspirantes a decoradores pero que daban sentido al lugar.
Qué decir de los camareros, esa gente que aguanta estoicamente los días malos de los parroquianos, esos que siempre tienen una frase o un chascarrillo que enlaza con la actualidad política, deportiva o social. Su control de comandas a voz en grito era el pilar de su gestión con una fiabilidad mayor que la de las impresoras de tickets y los programas informáticos. Artistas del lapicero.
Será por eso que me gustan más los bares llenos de historias que los de la nueva Duralex. O simplemente me estaré haciendo mayor.
– ¡Otra caña y media ración de oreja plancha! Con chascarrillos por favor.
Nacho Lurbe
UNIPROONTHEROAD

1 comentario

  1. Hola soy Miguel Lorente ,yo prácticamente me crié en el Anci, mis preferidos los bocatas de tortilla con salsa brava crujientes en ese papel que sabían a gloria, me apenó mucho que cerraran. Ya no quedan sitios así.
    Buscaré la salsa jiji

    Reply
  2. Burnas tardes a todos. Nacho, en una ocasión te escribí para darte las gracias por tu escrito dedicado al Bar Anci. Se lo enseñé a mi padre y la verdad que se enocionó bastante. Tuvo que cerrar por problemas de salud y necesitaba descansar. Pero a día de hoy existe buena noticia en la que él ha colaborado y que nos deja seguir disfrutando un poquito del Anci. Mi marido y yo hemos creado la marca de Salsa Brava Juana Madrid contando con la receta del Anci desde 1963. Otra vez gracias a ti y a los comentarios de este blog. Un saludo

    Reply
    • Qué buena noticia y qué gran legado, enhorabuena. Espero que tu padre disfrute de una buena jubilación que se ha ganado a pulso. Buscaré la salsa brava para probarla. ¿Ya está en el mercado?¿Donde se puede comprar?
      Mucha suerte.

      Reply
  3. Buenas tardes,

    Y no sabrá alguien si alguno de los antiguos trabajadores ha decidido continuar en otro local con las recetas del ANCI?
    Porque el otro día fui a pedir un bocata madrileño creyendo que todo continuaba igual y era de carcel lo que me sirvieron… XD

    Reply
    • Pues no tengo ni idea. Me gustaría saber de algún sitio parecido, así que toda recomendación por tu parte será bien recibida.
      A mí me pasó lo mismo cuando fui y ya estaba la nueva propiedad.
      Saludos.

      Reply
  4. Hola,
    Buenas tardes. Soy Ana, hija mayor del dueño del Anci. Acabo de descubrir tu post y quisiera agradecerte emocionada este reconocimiento. Es reconfortante saber que hay gente que valora el esfuerzo, el trabajo y la tradición.
    Un abrazo

    Reply
    • Muchísimas gracias por tu comentario Ana. Todo lo que he escrito es cierto, he disfrutado mucho en el bar de tu padre. Felicítale de mi parte por su trabajo y aunque egoistamente me de pena haber perdido un bar como el Anci estoy seguro que se ha ganado con creces su jubilación.
      Un abrazo.

      Reply
    • He llegado aquí porque ayer pasé con el coche por delante del Anci y casi se me paró la patata al ver que ya no era el Anci.
      Qué pena más grande me dió, uno de los lugares más carismáticos de Madrid y uno de los sitios de los que siempre guardaré grandes recuerdos de una época de mi vida.
      Gracias, Nacho, por escribir lo que muchos sentimos y gracias, Ana, si lees esto, a tu padre por la gran labor y sonrisas que nos ha proporcionado.

      Reply
      • Gracias Diana. Yo era un cliente ocasional que descubrió el Anci por casualidad. Estos lugares deben ser recordados y servir como guía para futuros restauradores.

        Reply
      • Hola Diana, muchas gracias por tu comentario. La verdad es que se lo enseñé a mi padre y no pudo terminarlo de leer. Le costó muchísimo cerrar pero tuvo que hacerlo por problemas de salud. Pero como le he comentado a Nacho, hemos creado un proyecto muy bonito en el que por supuesto él ha colaborado. Hemos sacado al mercado la marca de Salsa Brava Juana Madrid, la mítica salsa brava del Anci desde 1963. Un saludo

        Reply

Leave a Comment.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.