Frío

Hay sitios a los que llegas atraído por las recomendaciones, sabes de antemano que te va a gustar ya que quien te dice que vayas tiene gustos similares a los tuyos pero, siempre hay un pero, la experiencia, sin ser mala gastronómicamente, se vuelve anodina y sin huella por una serie de factores que influyen negativamente en la comida.

Veanos. La música de hilo musical sin identidad, la excesiva profesionalización del servicio, entiéndase esto como una gran metodología carente de la empatía que transmite el camarero de tu bar preferido, la frialdad de la decoración que no consigue subir la temperatura, las caras huérfanas de sonrisas, la luz de quirófano que transmite una asepsia que se traslada a perfectas elaboraciones de forma que no de fondo.
A final me voy con la sensación de que fue menos de lo que pudo ser, una pena.

La comida bien, gracias.

Crítica sin geolocalizador.

 

NachoLurbe

UNIPROONTHEROAD