En estas fechas que siempre aprovechamos para hacer todo tipo de balances, yo me he propuesto hacer balance emocional, es hora de hacer terapia. La verdad es que escribir el blog ya ejerce esa labor, casi sin darme cuenta he ido rescatando del olvido experiencias, anécdotas y detalles de mi vida que han ido dibujando lo que soy.
Por poner un simil, yo veo la vida como un cuadro al que vamos dando pinceladas, y con el tiempo las más antiguas van quedando en el fondo, es inevitable, la vida es larga y hay mucho que pintar. Cuando empiezas a restaurar tu cuadro (lo llamaré paisaje, es más bonito) te empeñas en recuperar esas pinceladas bonitas de tu vida, que muchas veces son intranscendentales pero forman parte de ti, y descubres que son parte fundamental del paisaje. El cuadro de tu vida es de una gran complejidad y necesita muchos matices y colores para que brille con luz propia. Además, ¿se os ocurre mejor legado que este para vuestros hijos?
A veces, el egoismo y la comodidad te llevan a desenterrar las pinceladas más bonitas y agradables sin darte cuenta que las que no lo son empañan el conjunto, y tarde o temprano aparecen como manchas de humedad, así que es necesario quitarlas de raiz.
Este año he rescatado unas cuantas pinceladas muy chulas, incluso algunas que parecían carentes de valor reclamaron su sitio y hoy tienen un puesto destacado. Pero me doy cuenta que hay algunas que tengo que eliminar, las creía desterradas pero siguen ahí, y otras las tendré que intentar arreglar si se puede, así que ya tengo trabajo para el próximo año. No será fácil, me costará sudor y lágrimas, pero estoy seguro que la recompensa merecerá la pena.

No podemos coger la luna, aunque nuestros sueños nos permitan acariciarla.

Y ahora os dejo pincel en mano y con el lienzo de mi vida esperándome. Os deseo un 2013 con mucho que pintar.

Nacho Lurbe

UNIPRO ON THE ROAD