3 Cocineros Extraordinarios

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Llevo más de dos semanas queriendo publicar una entrada, ya la tengo escrita y pulida, creo que gustará porque define muy bien lo que quiero transmitir con UNIPRO ON THE ROAD; pero resulta que en estas dos semanas he vivido experiencias tan intensas que necesitaba contarlas. La primera la conté en el post anterior, y lo que viví ayer y hoy lo contaré ahora.
El otro día ( jueves 20 de septiembre ) comí con dos seres extraordinarios Jordi Ferrer y Jordi Bresó, a los dos los conozco desde hace muchos años, pero claro no había profundizado en su filosofía de vida, y entonces su calidad humana superó mis expectativas. Lo que puede dar de si una comida entre gente dispuesta a generar nuevas ideas, se que de aquí brotará algo bueno, la semilla ya está puesta.
Al final os contaré una historia real que le ha ocurrido a otro cocinero.
1- Jordi Ferrer tiene un curriculum que asusta: Arrop, El Bulli, Akelarre, La Regenta. Pero no de un stage de un mes sino estancias importantes, con puestos de responsabilidad. Se hizo formador del mismo sitio donde estudió, pasó con el tiempo de alumno a profesor, aún recuerdo cuando le conocí en su época de estudiante.
Ahora se ha planteado un reto, bueno varios:
Por un lado que los que amamos la gastronomía perdamos el miedo ante los pucheros, anulando de raiz el corsé de las recetas, y enseñándonos a guisar. Con lo sencillo que sería para él vendernos esferificaciones y otras técnicas que domina, prefiere enseñarnos lo que nunca debimos olvidar, la cocina de puchero, de los fondos, de los sofritos. Le he oido explicar un sofrito paso a paso por teléfono como el que cuenta una anécdota.
Por otro lado nos quiere sorprender. Quiere emocionarnos. Quiere que nos impliquemos en experiencias gastronómicas. Pero no que nos limitemos a ponernos el delantal, cortemos la verduritas y las salteemos delante del profesor, no. El va más allá y quiere poner en valor todo el proceso que hay hasta que un alimento llega a nuestra mesa. La pesca, la agricultura, la ganadería como inicio de la transfomación de la materia prima en gastronomía. Ese es Jordi Ferrer.

Jordi Freecook y Nacho UNIPRO con la camiseta «pilas cargadas»

 

2- Jordi Bresó es un pastelero, artesano, deportista, familiar, abanderado en Valencia del movimiento slow food. Un chollo vamos, el yerno perfecto que toda suegra quisiera tener. Es un tipo con las ideas claras, su estilo de vida delata su amor al terruño y los productos locales de verdad, bebe de todas las fuentes que le puedan aportar algo. Podría ser lo que quisiera sino fuera porque va con el freno puesto, y ese freno no es otra cosa que su humildad. Me ha llegado a pedir consejo sobre proyectos, ¡a mi!. Jordi, que no te sepa mal lo que te voy a decir, tu tienes más claro que nadie lo que quieres, no necesitas consejos y menos los míos. Se indigna y con razón cuando le regatean un precio de un postre, a sabiendas que estas personas no hacen lo mismo cuando les cobran 2 o 3 euros por una coca cola. Tranquilo, tu marca personal será tu mejor carta de presentación y el tiempo te dará la razón. Y no te preocupes, tu camino lo tienes claro, así que disfrútalo.

Jordi Bresó y Nacho UNIPRO

 

3- El cocinero que no quiere que le mencione y menos que cuente esta historia (21 de septiembre de 2012). ¿Sabéis por qué no quiere que ponga su nombre? Porque ha hecho algo heróico y altruista para darle en los morros a un cliente despreciable, y no quiere que esta historia salga de su círculo, lo que le honra todavía más, como el que colabora con una ong sin necesidad de publicarlo porque los actos son los que cuentan, nada más. Pero yo no estoy de acuerdo con eso, si quieres no te nombro pero hay que contarla para que aprendamos. Esto es lo que le ha pasado:
Le contratan para dar un catering para 100 comensales con un precio más que ajustado, se lo confirman y se pone en marcha. Un día antes del evento, con toda la producción hecha, le llaman para decirle que tiene que rebajar el precio, que otra empresa se lo ha mejorado. Su respuesta es inmediata:
– Teníamos un acuerdo y tengo casi todo preparado.
– Si no nos lo igualas tendré que aceptar la otra oferta.
– Que te lo haga la otra empresa- dijo él.
– Pero es que nosotros queremos que lo hagas tú.
– Ya, pero ahora soy yo el que no quiere hacerlo. Adios.- le dijo y le dejó con la palabra en la boca.
Me imagino la cara del imbécil que pensaba que haciendo un órdago conseguiría una rebaja. Me hubiese gustado verle.
Y lo mejor de todo es como acaba la historia. Llama a todo su equipo y les dice que preparen el catering, que lo van a servir, pero no en casa del cliente sino en el asilo de su pueblo. Estoy seguro que iluminó el asilo y a todos los presentes con su luz, y su menú hizo volar la soledad a otro lugar.
Esta historia no saldrá en las noticias, por eso tiene que ser compartida.

¿A que son extraordinarios?
Por gente como ellos merece la pena mi trabajo. Y lo mejor es que sé que me quedan muchos más por conocer.

 
Nacho Lurbe
#uniproontheroad

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