Alzira 22 de julio 2012

I concurso de arroz Ciutat d’Alzira
Un grupo de amigos crean una sociedad gastronómica y se les ocurre la brillante idea de celebrar un concurso de arroz. Puede sonar poco original, pero resulta que recibe un montón de solicitudes. No contentos con esto, involucran en el proyecto a un jurado (ver fotos) que ya quisieran otros concursos con más presupuesto y solera. Además lo hacen sin apenas ayuda institucional, el ayuntamiento les cede un solar que ellos rechazan, y al final lo hacen en una calle con unas mesas y unas carpas. Al principio suena todo un poco utópico, pero cuando analizas quien está detrás de todo esto te das cuenta que todo es posible. La cabeza visible es Jorge López de GERMINARTE, un tipo tan grande como generoso, un soñador capaz de embarcar a su hermano en una aventura empresarial en un sector tan poco valorado como la agricultura. Tuve ocasión de comer con él un día y os juro que su teléfono no paró de sonar, lo llamaban de grandes restaurantes para hacerle pedidos y consultas. El resto es historia.
El problema de todo esto que no le he dicho a él, es que ha dejado de comprarme chaquetillas, por si no lo sabíais es un cocinero que ha cambiado los cuchillos por la azada.

Paco Torreblanca y señora, Santos Ruiz, Garbancita, Susi Diaz y marido, Pedro G. Mocholí y Nacho UNIPRO

Pues bien, me invitaron a participar como jurado, primero me sorprendí, incluso me asustaba la responsabilidad. Al fin y al cabo yo solo soy un aficionado con la mitad de cultura gastronómica que el resto de invitados.

Jorge Bretón, Nacho UNIPRO, José Manuel Miguel

Desde hacía tiempo tenía curiosidad acerca del funcionamiento de las votaciones de los concursos, he ido a muchos, así que presté atención a lo que había que valorar. Había que puntuar del uno al diez: la presentación, el sabor, el punto de cocción, armonía de ingredientes, la innovación.
Fue muy enriquecedor ver aspectos de los platos en los que yo no reparaba por mi condición de comensal, pero que si veían el resto de mis compañeros, claro que eran cocineros, estuve entre Jorge Bretón (la sucursal) y Jose Manuel Miguel (restaurante submarino)
En general salí satisfecho de la experiencia porque aprendí varias cosas:
. Es muy complicado para el concursante ejecutar un buen plato cuando los medios son escasos. Me refiero a la infraestructura: fuegos, hornos, bancada para trabajar, etc.
. Puedes ser muy creativo, pero cuando hay algún sabor que enmascara el ingrediente principal, en este caso el arroz, algo falla.
. También la falta de sabor del arroz puede arruinar un plato bien presentado.
. Es complicadísimo controlar los tiempos de cocción en un concurso, pues aunque te digan a que hora se lleva el plato al jurado, siempre hay retrasos y es importante que el plato llegue a la temperatura adecuada.

Así, que a partir de ahora valoraré más a quien se presenta a este tipo de concursos.

Por otro, hay una duda que ronda mi cabeza y siempre me he preguntado:
. ¿Como saber si una receta que crees tuya no la ha hecho alguien antes?

En fin, el concurso fue un éxito a pesar de las dificultades. Mi más sincera enhorabuena a los organizadores y espero que el siguiente sea mejor. Y que me vuelvan a invitar.

Valencia 11 de septiembre de 2012

Logo concurso bordado

Concurs d’arros 2.0 de Sueca. Celebrado en CDT Valencia
6 participantes, gran repercusión mediática, buenas instalaciones, apoyo institucional.
Con estos ingredientes la organización del 52 concurso internacional de paellas de Sueca de la mano de la gente de SOCARRAT, buscan revitalizar un concurso con medio siglo de existencia. Es una propuesta radicalmente opuesta a la anterior, pero con un punto en común: la frescura.

Nacho UNIPRO con el ganador del concurso Carlos Monsonís

Soleil Celestine

José Francisco

Alfredo Cucarella

Manuel de Jaén

En Socarrat me cuentan que llevan 3 meses y medio moviéndolo en redes sociales, lo que hace que suene incluso más que el que se celebra al día siguiente de paella tradicional. La imagen que transmiten es innovadora, todo el mundo queda satisfecho con el resultado, y además no se conforman con eso sino que le dan continuidad una vez pasado el evento. Esto no ha acabado.
Yo que he tenido la suerte de estar a su lado los dos días clave, me he dado cuenta de lo que son capaces. Ilusionan con lo que hacen a gente de disciplinas tan dispares como la mía que soy un simple comerciante, creando unas sinergias entre todos que todavía estoy asimilando, he conocido a un creador de cenas de los sentidos que fotografía miradas, a un creativo que dibuja hasta en un plato de postre, a un vendedor de emociones capaz de raparse la cabeza por una apuesta, a una comunity manager pegada a su Iphone que conversa entre tweet y tweet, a un periodista loco por la paella, a una concejala tan contenta con su concurso como una fallera en el día de su exaltación, a un ser bajito defensor de la paella que tiene energía suficiente como para montar 100 concursos como este con la ayuda de sus hijos gemelos, a un experto en turismo que agasaja a gente de muchos países para que traigan a sus paisanos a Valencia, y la posibilidad de conocer a un cocinero con nombre de reptil y mente inquieta. Cuando os digo que estos dos días han sido para mí mejor que un master, no exagero. Socarrat dará mucho que hablar, ya veréis.
También quiero hacer una mención especial a los alumnos del CDT Valencia con sus formadores a la cabeza. Nos ofrecieron una comida excepcional (por desgracia poco habitual en este tipo de concursos) que no olvidaré, la paella ha sido de las mejores de mi vida, quitando la de mi madre y alguna más, jejeje. Hay que ver que grandes profesionales hay en estos centros dependientes de la generalitat, que dan una formación de calidad a los futuros cocineros aunque nuestros dirigentes que viven de espaldas a la realidad no se den cuenta de ello.
En cuanto al concurso internacional de paella tradicional estuvo muy bien aunque siempre hay alguna pega. Algún cocinero de ego inflado, algunas miradas recelosas al vecino para ver sus trucos, pero al final siempre se respira una camaredería entre los participantes que hace que la jornada sea especial.

Como nota curiosa, decir que el premio a la mejor paella de este año ha sido para un restaurante de Las Vegas.

Felicidades a los organizadores por el trabajo bien hecho.

Nacho Lurbe
#uniproontheroad