Hay una cafetería en Valencia donde el café se sirve con una sonrisa, pero esta no es gratis. Has de ser educado y respetuoso, es lo único que te piden las hermanas Campos. En una sociedad en la que los valores brillan por su ausencia, en este pequeño reino dulce ellas luchan con uñas y dientes contra la mala educación, los malos modales y la prepotencia del que piensa que una camarera es una esclava del cliente.
Son tres luchadoras que bajo la atenta mirada de su madre dirigen una cafetería franquiciada, hay que fijarse bien para darse cuenta de este detalle, de la franquicia solo tiene la marca del café y parte del mobiliario, menos mal.
Doña Aurora ejerce de matriarca como las típicas madres vascas con las que comparte lazos familiares. Su sombra vigila que todo esté en orden, le basta una mirada para hacer inventario en todo el local.
Sofía y Pilar son la sensatez y la elegancia. No andan, se deslizan por el cálido parquet, dando muestras de ese cariño que solo tienen las madres, y ese sentido de la responsabilidad tan propio de ellas. La pulcritud con la que mantienen el local no es frecuente.
Celia es pura creatividad. Sus estudios de bellas artes y sus trabajos en el extranjero le ayudan a tener la mente abierta y le dan una perspectiva que aprovecha en todo lo que hace. La decoración del local es cosa suya, puedes ver cuadros pintados por ella y sugerencias anotadas en las paredes, aunque donde da rienda suelta a su creatividad es en los dulces. Sus tartas crean adicción.  Su mostrador cambia de color constantemente con sus creaciones. Es de esas personas que a pesar de tener una personalidad arrolladora se parapeta tras su delantal y desde ahí crea, piensa, analiza. Siempre pensando en algo nuevo, buscando la sorpresa. ¿Qué será lo próximo Celia?
En definitiva, este es un local que podría estar en cualquier calle del soho newyorkino, Londres, Berlín o Estocolmo. Pero lo que le engrandece es estar en un barrio de clase media como Malilla aportando ese toque de fescura que unos cuantos, cada vez más, agradecemos.

Larga vida al Café Biarritz. (Ingeniero Joaquín Benlloch 8, Valencia)

Nacho Lurbe

UNIPRO ON THE ROAD