Concurso internacional de paellas de Sueca 2013
– Hay que tener esas cosas en «Cuenca»- debió decir algún miembro del jurado refiriéndose al punto de cocción sin darse cuenta que nombró a la ciudad de las casas colgadas en lugar de lo que era correcto.

Cartel del concurso de paellas de Sueca 2013 diseñado por Socarrat estudio

Ni el calor sofocante, ni el olor a brasa impregnando sus vestiduras, ni la presión de un pueblo que cree atesorar la auténtica receta de la paella, como si sólo hubiese una, ni siquiera estos ingredientes amilanaron a este grupo. Era el 53 concurso internacional de paellas de Sueca, internacional, si, si, con todo el boato.
Pues bien este grupo tuvo que probar 30 paellas distintas, paellas con colores para todos los gustos, hasta había alguna tan amarilla como las de los souvenirs y otra con el arroz tan duro que estaba en el límite para considerarlo arma blanca. Y los probaron todos, y deliberaron, y decidieron que la mejor era la de:
Entrega de premios, discursos oficiales este aňo sin lameculos que alargan sus discursos más allá de lo razonable nombrando a todas las autoridades, tensión en el ambiente y explican que habrá cinco accesits y tres primeros premios.
Empiezan:
Accesits con diploma y cuchillo de regalo:
– Restaurante Casa Paella de Nueva Zelanda (Toma ya, a la vuelta de la esquina)
– Jordi FREECOOK (cocinero tan Free que es el único que se presenta sin restaurante, y con sangre mallorquina)
– Restaurante Picasso de Hamburgo (Vamos bien)
-Restaurante El Redolí de El Palmar (Valencianos 100%. de El Palmar)
– Vale paella de Japón (vaya, casualmente por aquí andaba un japonés que conocí volviendo de Madrid Fusión y que arrasó con las existencias de morteruelo en una gasolinera, conexión conquense ¿casualidad?)(Un poquito más de exotismo)
Tercer premio, con dotación económica:
– Restaurante Chambao de Miami
Segundo premio, con dotación económica:
– Restaurante Picanterra (la locura de l’estany de Cullera, cazador de patos y otras especies)
Primer premio, con dotación económica.
-Restaurante Posada Real de Cuenca

Julián del Restaurante Posada Real de Cuenca

Ah, otra cosa a tener en «Cuenca» ¿qué pensarán los talibanes de la paella de que haya ganado un conquense? ¿Como es posible que alguien sin sangre valenciana en las venas pueda ejecutar una paella dignamente? Si eso es patrimonio de los valencianos de verdad, como esos que regentan restaurantes y venden paellador sin inmutarse, como esos valencianos que compran verdura congelada para la paella o los aficionados al avecrem, eso si, por sus venas seguro que corre sangre de Albufera.

Nacho
UNIPRO ON THE ROAD