El hijoputismo

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Está claro que vivimos momentos convulsos provocados por la falta de valores de una sociedad cada vez más irritada. Son tiempos difíciles que nos hacen agarrarnos a un clavo ardiendo, no vendemos lo suficiente para cubrir gastos, ni tenemos los márgenes adecuados para mantener nuestros negocios. Es una realidad que para bien o para mal todos conocemos. Pero me pregunto ¿justificae eso que haya gente que copie con descaro lo que hace el vecino sin importarle nada? Parece ser que si, hay gente que debe pensar que el fin justifica los medios, yo nunca he compartido ese refrán. O ¿será la caradura un síntoma malévolo de la época de crisis que nos acompaña durante tanto tiempo?

Aquí van unos ejemplos de lo que alguien bautizó como «hijoputismo»:

  1. Recientemente he visto como una empresa que se dedica a dar cursos copiaba con descaro, premeditación y alevosía los cursos de una pequeňa empresa que tiene la mitad de medios que ella.  Se da la circunstancia que la empresa humilde (llamémosle A) se entrevistó con la copiadora (empresa B) para ofrecerle dar los cursos en sus instalaciones, cosa que no resultó por las exageradas exigencias económicas de la empresa B. Eso es «hijoputismo» sin ética ni respeto por las elementales reglas del juego empresarial.
  2. Tenemos también el caso de otra empresa que mantenía a toda la plantilla durante los últimos aňos, con muchas dificultades, incluso cuando la razón proponía hacer despidos, el corazón lo negaba y mantenía los puestos de trabajo. Cierto día tres de sus trabajadores se fueron de la empresa justo antes de las vacaciones para reaparecer en un local cercano ofreciendo el mismo producto y mintiendo a la clientela diciéndoles que la otra empresa iba a cerrar cuando era mentira. Objetivo: robar la clientela a quien les había enseňado todo. Esto es «hijoputismo» sin integridad ni principios.
  3. Tercer caso: una persona compra un material y aprovechando la confianza promete hacer un ingreso en cuenta del importe total. Seis aňos después, tras innumerables intentos de cobrar la deuda ridícula, la empresa encuentra un «like» del deudor en el perfil de facebook del comercial que le vendió los productos. Quizá para asegurarse de que la deuda ha sido olvidada intenta acercarse de nuevo a la empresa para lavar su conciencia. A fecha de hoy, la deuda sigue sin ser abonada. «Hijoputismo» sin valores morales.
  4. Candidatura de Madrid para los juegos olímpicos de 2020. Después de unos discursos más que correctos de Pau Gasol y del Príncipe Felipe, este último capaz de entusiasmar hasta a un republicano convencido, aparecen los guiňoles de Rajoy y Ana «Botel» con su inglés de «Jom Inglis», y la lían con su cara de cemento armado y la ostentación de su cualidad más reconocida: la inutilidad. Esto es hijoputismo olímpico.

Podría seguir pero está gentuza no merece ninguna palabra más, el karma se encargará de devolverles lo que dan: «hijoputismo»

Y tú ¿conoces algún caso de «hijoputismo»?

 
Nacho Lurbe
UNIPRO ON THE ROAD

1 comentario

  1. Esta a la orden del dia el «hijoputismo», pero es algo que si conseguimos dejar al margen en nuestra linea de valores y obviar a esos que nos copian o nos intentan reventar el mercado con falsas y absurdas mentiras, nos hara crecer mas y con mas fuerza y posicionarnos el dia de mañana en lo mas alto de la humildad, solo por el libre pensar de decirnos en voz alta: » YO PASO DE ENTRAR EN ESE JUEGO….» Habia un refran: se pilla antes a un hijoputa que a la madre de este…»

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    • Estoy de acuerdo contigo Alex en que tenemos que centrarnos en nuestros valores, en mantenerlos intactos, pero cuando ves tantas injusticias juntas como me ocurrió la semana pasada, es inevitable enojarse. Gracias por los comentarios.

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