El gigante de las paellas

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IMG-20140422-WA00151655912588Practicamente acababa de salir de la escuela,  aunque ya tuviese el culo pelado de hacer extras en diversos establecimientos, pero su afán por aprender y por hacerse un cocinero de verdad podía más que su experiencia. Por circunstancias de la vida, se había visto incluido en un grupo gastronómico de primer orden, donde se compartían experiencias, conocimientos y mucho apoyo al que lo necesitase. Eso le hizo incrementar su amor por la cocina, notaba en cada comentario un soplo de aire fresco, una brisa que inundaba su cerebro despojándole de viejas creencias en torno al noble arte de cocinar, y él, lejos de parecer desvalido e inexperto se agarraba con fuerza a cada enseñanza como quien abraza con fuerza deseando que no termine ese instante.

Su cabeza bullía, sus manos iban transformándose por momentos en apéndices gastados por el uso, su ánimo crecía a un ritmo desconocido para él y aunque hubiese ido enlazando trabajos mediocres siempre aprendía algo.

– ¿Como he tardado tanto en darme cuenta que esto es mi vida? De todos los trabajos que he hecho,  pese a ser a veces pesado y estresante, este es el que más me gusta – se repetía en una especie de letanía.

Se le presentó una oportunidad y la agarró bien fuerte, era una apertura de un restaurante que él tomaba como propio, ajeno a las advertencias pasaban los días, y su ilusión iba descomponiéndose por momentos al ver la nula implicación de sus jefes, hasta que le llegó la gran pregunta: ¿Que hago con mi vida? ¿Esto es lo que quiero para mí y los míos?

Compartió su angustia con sus nuevos amigos, para eso están ¿no?.

No tardaron en contestarle, de las palabras de ánimo pasaban a darle un baño de realidad en cada comentario, pero hubo uno que le dejó ko, le hizo sentir un latigazo en el alma, le hizo reafirmarse en sus convicciones en unas pocas líneas, la verdad sin paños calientes:

La cocina es mucha veces sucia, mal organizada, con jefes incompetentes o compañeros sin implicación… Donde veras malas prácticas, abusos, alcoholismo  y un montón de situaciones surealistas. Es parte de la profesión, por cada cocina que pases veras modelos de organización y gestión, cosas interesantes y un montón de errores… De cada experiencia vas sacando enseñanzas… No siempre  encuentras cocinas con equipos bien organizados y entrenados, es difícil mantener un nivel alto y requiere mucho esfuerzo y dedicación por todos los integrantes de los mismos, desde el chef hasta el que está en la pica… En mi opinión hay a groso modo dos caminos… O tirar por proyectos de alta implicación con verdadadera pasión  con la profesión ( restaurante gastronómico) o tirar por una restauración de otro segmento donde la implicación y el esfuerzo es menor y lógicamente los resultados también. Hay que ir acumulando experiencias y poner en la balanza que caminos seguir….

Ese día Vicent se hizo cocinero.

Hoy cocina y vive; vive y disfruta; disfruta y se reinventa.

Es el gigante de las paellas.Vicent Civera_paella

 

Nacho Lurbe

UNIPRO ON THE ROAD

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