¿Sientes curiosidad cuando pruebas algún plato nuevo? ¿Te gustaría saber hasta el último detalle de su elaboración? ¿Buscas en tu memoria gustativa los ingredientes que lo componen?

Si tu respuesta es afirmativa en los tres casos se podría decir que cuentas con una gran ventaja para ponerte a cocinar. La curiosidad.

Ser curioso en la cocina y en la vida ayuda a crear tu mundo, a buscar un lenguaje propio con el que comunicarte, a huir de la rutina, en definitiva, a conseguir esas píldoras de felicidad que trae la satisfacción de un trabajo bien hecho.

¿Que habrá gente que no lo entienda? No lo dudes, no se puede gustar a todo el mundo.

¿Que será dura la travesía? Sin duda. Quien te diga que es fácil te está mintiendo.

¿Que encontrarás piedras en el camino? Por supuesto, piensa que las piedras están para esquivarlas y para que aprendamos al caer.

Ser curioso/a te hará fuerte ante el fracaso, paciente ante la ignorancia, responsable ante tus errores y humilde ante el éxito.

Faro de El Albir

Haz de la curiosidad el faro que te guíe, la luz que te indique el camino en esos mares revueltos que es nuestra existencia, el motor que impulse tu ilusión para descubrir nuevos mundos.

Sed curiosos. Son todo ventajas.

Dedicado a los investigadores que con su curiosidad, mal pagada y poco reconocida, contribuyen a mejorar nuestra vida.

Nacho Lurbe

UNIPRO ON THE ROAD