La nostalgia del apego

Share

Y llegó el día en el que los pasos a cubierto dieron paso a paseos desescalados cubiertos de sol.
Con la inquietud de un letargo forzado, los cruces de miradas fuerzan situaciones incómodas como las dirigidas a ese ser sin mascarilla ni manos cubiertas que pasea tranquilamente, ajeno a la psicosis provocada por el último arañazo a la libertad que sufrió el orgullo civil. La custodia del derecho y el deber recae sobre el vecino de mirilla y cortina discreta.
Los balcones que antes albergaban borracheras de aplausos hoy enmudecen ante la incertidumbre de un futuro pintado de negro. Atrás quedaron los días de despensa y salvoconducto de supermercado, poco a poco el compadreo vecinal de las 20:00 se convierte en un fugaz saludo, un adiós sin hola, un hasta luego sin todo irá bien.
La nostalgia del apego aniquilada por la ley y el orden.
-¡Urge una reordenación de valores para volver a vivir! – dice el hombre sin EPI.

Nacho Lurbe

Leave a Comment.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.