Comercio de verdad

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Los que nos dedicamos al comercio sabemos la importancia que tiene un cliente que vuelve. Más, diría yo, que un cliente nuevo. Quizá por eso, cualquiera que se dedique a ello entra a las tiendas observando y escrutando tanto la disposición de los productos como la iluminación o la decoración del local. Y no solo eso, también

nos gusta escondernos en un rincón para observar cómo vende y cual es la sensación que transmite el vendedor al cliente.

Foto de Facebook Batik

Las caras son un mundo y pueden darnos más información de la que creeríamos conseguir. Una cara de hastío que deje ver las ganas de acabar para salir fuera de la tienda puede ser un indicativo de la falta de empatía del vendedor. Un cliente que se despide con una sonrisa indicaría una buena gestión comercial, sin ánimo de generalizar.

Pues bien, os contaré el caso de una tienda de artículos de regalo y decoración a la que voy con mi familia todos los veranos desde hace más de 20 años. Está en Altea y la regentan dos hermanos. Empezaron en una casa de Altea en la calle Filarmónica, Casa Mediterránea. La musicalidad de la calle se trasladaba al interior con el sonido de los colgantes con piedras y cascabeles que colgaban del techo, una brizna de aire que se colase por la ventana trasera del patio interior era suficiente para acariciarte con una melodía relajante que te acompañaba en todo el recorrido. El nombre de la mediterránea no era casual, en toda la tienda se respiraba ese aire tan mediterráneo de las vajillas de loza de colores, vasos y copas que invitan a abrir un buen vino o capazos de mimbre repletos de caracolas de mar. La casa/tienda tenía esa magia que solo se consigue cuando se vive, cuando se da vida a los rincones y a los pasillos, cuando se ofrece con las puertas abiertas de par en par en un claro signo de hospitalidad.

Años más tarde los hermanos se trasladaron a un local cercano con mucha más visibilidad y sin ese encanto que ofrecía la casa. Desconozco los motivos y tampoco vienen al caso. Casa Mediterránea sigue abierta con otras personas al frente. Batik se llama el nuevo proyecto en el que se embarcaron. Como decía, el nuevo local carecía de la alma de la casa aunque ellos no tardarían en conseguirla con la misma fórmula. Esta tienda es más ecléctica, más viajada, más relajada. Atrás quedaron las caracolas y los aires marinos para sumergirse en un estilo más asiático, más budista diría yo, fruto de sus viajes. Aquí todo cambia cada año y todo permanece.

Foto de Facebook Batik

20 años después seguimos peregrinando a saludar a los hermanos y a su hogar. Unas veces compramos algo, otras no, simplemente echamos un vistazo. A veces salimos con una pulsera, con un neceser o algo de menaje, no importa, porque hagamos lo que hagamos siempre, siempre, siempre nos llevamos algo inmaterial y sumamente importante, una sonrisa suya.

Ojalá consiga eso en mi tienda algún día.

BATIK
Costera Pont de Moncau, 3
03590, Altea (Alicante)
Teléfono: 966 289 998
Web: batikaltea.com

Nacho Lurbe
UNIPRO ON THE ROAD

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