05/07/2012

Martes noche, cena para dos (con mi mujer, no penséis mal), Bar Toribio en Valencia, cocina de producto.

Un gran ventanal abierto a la cocina permite vislumbrar a una mujer bajita que no para de echar a la plancha toda la materia prima que va sacando de las cámaras. Lo primero que llama la atención es la limpieza. Los azulejos, las campanas extractoras, los fuegos, lucen como el primer día, invitando a asomarse para contemplar a esta mujer en su reino. Dominica se llama, dice tener 81 años, no los aparenta pues tiene la vitalidad de un quinceañero. Pero lo que más me gusta, aparte de lo bien que se come aquí, es algo tan intangible como el cariño que te ofrecen, el amor por la profesión y el profundo respeto hacia los que nos sentamos a sus mesas. Cada vez que hablo con ella me dice lo mismo, que a ella el trabajo le da vida aunque tenga que estar al pie del cañón, que los negocios hay que atenderlos y no descuidarlos, y sobre todo que disfruta con su trabajo.

Cuantas lecciones que no están en los libros, ¿por qué hoy en día se está quitando valor a la experiencia?, ¿por qué no dejamos de mirarnos en el espejo y hacemos caso a los mayores?, mejor nos iría solo con escuchar a gente como Dominica. Gente que cree firmemente en el valor del esfuerzo, que todo lo que conseguimos con nuestros propios medios sabe mejor, que las cosas que se hacen con humildad y sin engaños nos hacen más felices.

Gracias Dominica, espero encontrar a mucha gente como tú.

Y hablando de experiencia, os recomiendo leer el blog de Don José Orts, sobre todo lo que opina de la crisis, no tiene desperdicio.

Os dejo el enlace:

http://blog-jose-orts.euroresidentes.com/2012/06/ventaja-de-la-crisis.html?spref=fb

Nacho Lurbe

UNIPRO ON THE ROAD